Serie definitiva
"Se vende el club"
Fotógrafo inspirador: Berenice Abbot
En las series anteriores se repiten las 3 primeras fotos de esta serie, sin embargo las otras 2 fotos restantes no estuvieron nunca al mismo nivel. Ya habiendo agotado casi todos los lugares del club decidí abocarme de lleno al punto de vista de este célebre fotógrafo y salir en busca de una foto mas que estuviera al mismo nivel, y finalmente la encontré.
En un principio el trabajo empezó en otro club, el cual era a cielo abierto a excepción de un par de canchas. Debido a esta condición lo cambié por este club, el cual es en su gran mayoría techado a excepción de un patio exterior que decidí dejar de lado. Una vez ubicado y con cámara en mano comenzó la búsqueda. Al principio busque objetos funcionales fuera de lugar, manchas, pintura en mal estado, y deterioro, que era algo que el lugar irradiaba a raudales. Una vez pasado ese lugar común de lo destruido me enfoqué en la historia del lugar, y como con el pasar de los años tubo que irse llenando de publicidad para lograr subsistir. luego de 6 visitas al club ya tenia 3 muy buenas imágenes avocadas al tema y por lo menos 5 imágenes también muy bien logradas, pero de menor nivel. Tras una corrección con Gabriel Valansi, se me dijo que completara la serie de las 3 imágenes con una mas que estuviese a la altura, siguiendo el lineamiento del fotógrafo Berenice Abbot. Así que luego de ver la obra del fotógrafo y revisar todas mis fotos anteriores, fui al club a buscar esa ultima foto, sabiendo a que lugar ir y como encuadrarlo.
Reflexiones:
Se trabajó a diferencia de muchos otros trabajos, con lo mucho, con esos espacios que están sobrecargados, algunas veces física y visualmente, otras solo visualmente. En esta serie se reflexiona acerca de esta contradicción que encontramos entre como imaginamos que debería ser un club (con espacios grandes y despejados, paredes con grandes espacios libres debido a su inmensidad, independiente económicamente, cuidado, con trofeos y fotos de equipos y socios, etc) y como realmente es. En este caso la publicidad salvó al club del cierre, pero fue necesaria la venta de todo el lugar disponible para publicidad y negocios varios. En las fotografías esta plasmado eso, como el exceso de publicidad afecta visualmente el espacio, y en cierta forma como pasó a ser normal para el personal dejar cosas tiradas o desparramadas por ahí, dejar el espacio vacío y ordenado es algo que dejó de caracterizar a este club. Se buscó incluir todas las opciones de publicidad que el lugar ofrece a nivel de materialidad: pintura sobre madera en estructuras, cuadros de madera colgados, chapas y sobre cemento, posters pegados en paredes, y en tachos de basura, elementos publicitarios (mesas de coca-cola) y ploteos.
Las fotos muestran, y no mienten, que donde quiera que vallamos vamos a encontrar publicidad a ambos lados, generalmente mezclada con otros elementos, y nos surgirá: ¿Club o paseo de compras?, quizá ambos, ya que alguna gente va a este club a comprar un poco de fiambre o algun par de botines. luego de dejar a su hijo en la clase de basquet. Tanto en las fotos como en la realidad, el club está colmado de cosas y publicidad, es trabajo del visitante ignorarla si le molesta, pues el dinero tiene que ingresar de una u otra manera.
